Fabricio Oberto recuerda sus tres temporadas en Valencia en ‘ADN Taronja’

06/06/2020

La séptima entrega de ADN Taronja tiene como protagonista a uno de los mejores jugadores interiores de la historia del Club. Un campeón olímpico con Argentina que en sus tres años de servicio como taronja formó parte de la plantilla que levantó el primer título europeo, la que jugó la primera final de la acb y la pionera en competir en la Euroliga. Víctor Luengo, que fue su compañero durante esas tres campañas, entrevista al pívot Fabricio Oberto, que defendió nuestra camiseta entre 2002 y 2005 un total de 171 partidos.

 

Oberto recuerda los detalles de su llegada al equipo taronja procedente de Vitoria: “Llegué 7 o 8 horas antes a Madrid para tomar el vuelo a Buenos Aires y se sentaron conmigo en la oficina de mi agente Paco (Olmos) y Luis Muñoz y me dicen que quieren reconstruir el equipo, seguir sumando pieza. Nuestro objetivo es la Euroliga y queremos que seas una de las piezas principales”.

 

Con la perspectiva que da el paso del tiempo, el interior argentino considera que unirse al proyecto taronja “fue lo mejor para seguir creciendo como jugador y ser más completo. Los años que tuve en Valencia, ofensiva y defensivamente, no los tuve en otro lado, fue como un salto de responsabilidad. Y creo que eso me dio después a poder tener la chance de poder estar en la NBA, de seguir con una carrera de un nivel increíble”.

 

En su primera temporada en Valencia, campeones de la ULEB Cup y finalistas de la acb. Fabri ya notaba que aquella temporada 2002-03 iba a ser algo especial: “Recuerdo de mi primer año la química que teníamos desde la pretemporada, las ganas que tenía ese equipo. Jugamos un año que no había otro equipo que jugara con esa movilidad, con esa forma de leer el juego. Nos tocó jugar la final contra el Barcelona, además en el segundo partido me golpeé el tobillo y acabé lesionado. Nos faltó muy poquito para hacer más peleada esa serie final, pero tengo un gran recuerdo de ese año. Se podría hacer un documental o una película de las cosas que nos iban pasando y el equipo se sobreponía a todo”.

 

Tras repasar múltiples anécdotas de los viajes de aquella temporada europea, Oberto recuerda que “ganamos un par de partidos que en el avión decíamos que otro equipo imposible. Tenías que tener una motivación fuera de lo normal. Cuando tienes todas las luces, todo el ambiente y tienes la cancha llena es fácil. Pero ganar en esos lugares, donde hace mucho frío, tiene una importancia tremenda. Y esa es la dureza que se ve en ese torneo”.

 

El pívot argentino recalca que “en la afición de Valencia hay gradas que están siempre. Si le saco una foto de diez años atrás y ahora están los mismos sentados, con sus hijos. Uno entiende lo que siente el Club y como pega eso en todo el equipo. Creo que hoy lo hubiese disfrutado muchísimo más, ahora tienes un solo turno y puedes disfrutar y entender más el método de entrenamiento. Nosotros hacíamos siempre mañana y tarde, aunque disfruté un montón en Valencia, hay lugares, siempre andaba dando vueltas. La horchata, mi hija es medio valenciana, la ciudad tiene una gran conexión con ella”.

 

De su vida extradeportiva, Luengo saca a la palestra el grupo de música del que el propio capitán formaba parte y Oberto deja claro que la música sigue muy presente en su vida: “Yo sigo cantando, sigo ladrando por ahí. Fede Kammerichs no se larga de cantautor porque no quiere, va a tocar a peñas. Tiene una voz y toca desde muy chico. Yo he aprendido y sigo estudiando canto, todas las semanas voy a clases, ahora virtuales, pero es aprender para hacer las cosas bien y respetando un poco todo. Íbamos a una sala, recuerdo que una vez nos grabaron y decíamos, mira cómo sonamos. Destruíamos todos los temas, no había nada”.

 

En Valencia también tuvo su primer contacto con la radio, donde participaba en un programa con Asier García y Fede Kammerichs que actualmente sigue haciendo en solitario: “El programa de radio salió en un avión que volvíamos de Bélgica hoy lo sigo haciendo en Twitch, se llama DTMB. Estamos hablando de más de diez años, y también lo hacía en Estados Unidos, he hecho un montón todos los domingos. Me parece muy copado, siempre me representa, los tengo grabados y era muy divertido”.

 

Oberto decidió acabar su etapa como taronja en 2005 y se enroló en el proyecto de los San Antonio Spurs, con el que sería campeón de la NBA en su segundo año. Él mismo recuerda que “en mi tercer año en Valencia tenía en mi contrato la posibilidad de cortar y tener la opción de la NBA. Y es lo que como jugador todos buscamos, tener esa posibilidad de probarte con los mejores atletas y los mejores talentos del mundo. Sabía que no le iba a sacar el lugar a Tim Duncan ni a nadie y me tuve que adaptar a otro rol de entrar y sumar. Salir campeón ya adaptado al equipo, jugando muchos minutos, no se puede pedir más. Si uno tiene paciencia las cosas pasan y a mí me tocó a los 30. Ojalá hubiese jugado en la NBA desde los 22, pero quizá no hubiese salido campeón. Por algo suceden las cosas. Jugar con un amigo, hermano de la vida como Manu (Ginobili). Ese equipo era muy especial”.

 

El Oberto actual es una mente inquieta que no para de trabajar en nuevos proyectos. Ha creado un equipo de eSports (New Indians GG) o se ha enrolado en aventuras como cruzar el desierto con Tim Duncan, entre otras muchas cosas: “Eso de llevarte un poco al extremo, nos pasó en Marruecos, cuando lo recorres en moto y de repente viajando por el Sahara y se te rompe la moto en el medio. Todo eso te pone en un extremo que te hace reflexionar un montón de cosas y creo que tiene que ver con eso, en seguir viviendo experiencias. Igual que con los eSports, estoy todo el día y estamos muy contentos con lo que estamos haciendo, tratando de ser más profesionales y cambiar algunos paradigmas”.

 

Otro de los proyectos que ha ocupado su tiempo de forma más reciente es “RESET, Volver a Empezar”, un documental en el que cuenta el proceso de reinvención después de la retirada de los jugadores de la Generación Dorada de Argentina. El pívot cuenta que “la película es contar un poco esa reinvención, todo ese camino, todo lo que pasamos. A mí me pasó con lo del corazón, no terminar como uno lo idealiza, de buscar formas a ver si me puedo ir a una montaña a dejar dos o tres de los demonios locos que tengo en la cabeza e ir haciendo esas cosas. Hay muchos sentimientos, muchas cosas que pasan en la peli. Poder mostrar eso es increíble para mí”. RESET se estrenó el pasado 4 de junio y tras los pases de estreno, quedará alojado para su visionado de forma gratuita en la plataforma CineAr Play.

 

Para terminar, Oberto muestra de nuevo sus ganas de regresar a Valencia y ver de primera mano la evolución de nuestro Club: “Ojalá pueda estar viendo como se está reconstruyendo lo bueno es que todo el Club entiende que hay que seguir mejorando y trabajando, las personas que están siguen trabajando y siguen sumando, conocen a toda la comunidad. Ojalá que no pase tanto tiempo y que pueda ver un nuevo lugar que no sea la Fonteta. La organización necesita cada vez mejores lugares y no pensar solo en lo que está dentro sino con el servicio que puedes dar afuera. Y creo que el Valencia Basket lo entiende”. No sin antes de despedirse de una afición “a la que recuerdo con mucho cariño”


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